Nuestra gran aventura a Italia comenzó el día 18 de marzo y
acabó el día 22 del mismo mes. El primer día, estábamos muy nerviosas, ya que
era la primera vez que viajábamos sin ningún familiar. En Almendralejo cogimos
un autobús para dirigirnos hacia Madrid y tomar allí el avión que nos
conduciría a Italia. En el autobús, el camino fue larguísimo e insoportable,
duró 4 horas, al igual que la espera en el aeropuerto de Barajas. En el avión
se nos pasó el tiempo volando. Nos lo pasamos muy bien jugando y contemplando
los paisajes. El aterrizaje tuvo mucho éxito, porque toda la gente aplaudía. En
el aeropuerto nos fuimos en dos coches hasta Gravellona Toce, donde se
encontraba el hotel. Todo estaba rodeado de nieve. En la biblioteca pública nos
dieron una gran sorpresa, ua que comimos en la buhardilla. Más tarde, nos
transportó un autobús hasta el hotel Il Chiostro, en el que dejamos las
maletas. Aquel día fue el más agotador. Cuando llegamos al hotel, nos duchamos,
cenamos y nos fuimos a dormir. El segundo día, después de desayunar, fuimos en
barco a dos islas cerca de Gravellona Toce. En la primera isla, visitamos una
casa de campo que parecía un palacio. Al entrar la tarde, volvimos al hotel
para ducharnos e ir a cenar a una pizzería. Después regresamos al hotel. El
siguiente día visitamos Milán, donde fuimos a `La Scala ‘ y después el paseo
por tiendas importantes. Nos impresionó la catedral de Milán, que contenía en
su punto más alto una estatua de oro. Aquel día comimos en un Mc Donald´s. Al
volver al hotel, paramos en un centro comercial donde había toda de tiendas. Al
llegar, nos preparamos para la cena a la que nos invitaron los italianos,
mientras que los profes asistían a otra diferente. La comida estaba buenísima.
Cuando llegaron las 12, nos encontramos con los profesores en la parada de
autobuses, pero perdimos el autobús. Al final, nos llevaron algunos de los
padres italianos al hotel. Al día siguiente nos encaminamos al colegio donde
practicamos una actividad llamada DogdeBall. Posteriormente comimos y nos
fuimos al patio donde un chico estoniano bailaba break dance. Más tarde nos
dieron un diploma y finalmente cenamos en un restaurante. El último día llegó.
Nos levantamos muy temprano, puesto que había que montarse en avión para
dirigirse a Madrid. En el avión conocimos a un equipo de Balonmano femenino que
iba a competir en Ciudad Real. En el aeropuerto comimos y en un autobús nos
dirigimos a la estación de autobuses de Madrid. A las 11 llegamos a
Almendralejo, reventados y con sueño. Para nosotras ha sido una experiencia
inolvidable y estaríamos encantadas de repetir.
Realizado por: Claudia de la Hiz, Cristina Cangas, Aina y Gema Corbacho
Realizado por: Claudia de la Hiz, Cristina Cangas, Aina y Gema Corbacho
No hay comentarios:
Publicar un comentario